Se realizó recientemente en Yopal el Concurso Miss Teen Casanare, en donde participaron 19 hermosas jovencitas, de los 19 municipios de este departamento, y una de ellas fue la encantadora Valentina Loaiza, quien representó con honores al municipio de Maní logrando clasificarse en el grupo de semifinalistas, obteniendo también el premio al mejor traje típico, pero sobre todo el reconocimiento a la candidata con la mejor oratoria, la más empática, sencilla, alegre y con una calidad humana increíble, que sin representar el estereotipo de una reina convencional alta, de 90-60-90, cirugías y extensiones, logró posicionarse como una de las grandes favoritas en el certamen y trascender en cada presentación, pese a su baja estatura.

Esta profesional en artes escénicas, desde su llegada a la concentración del concurso, siempre tuvo claro que ella no venía por una corona, sino su mejor premio seria  dejar una huella imborrable como joven, como mujer y como creadora de contenidos digitales, pero sobre todo lograr que el mundo conociera a Maní, el municipio que representó, como un fortín de cultura, de gente buena y el mejor  destino turístico del llano y en realidad lo logró, pues pese a no haber sido elegida como la nueva Miss Teen Casanare, todo el mundo hoy continúa hablando positivamente de ella y poniéndola como motivo de inspiración y gran referente de calidez, alegría, inteligencia y linda actitud. Todos entendieron que lo único que le faltó a la hermosa reina llanera, fueron unos cuantos centímetros de estatura, para poder ceñir la corona.

Apoyada por un grupo de personas que siempre la acompañaron, Valentina siempre brilló y nunca desaprovechó un instante para agradecer a Dios por permitirle vivir esa experiencia tan enriquecedora, al alcalde de Maní Javier Chaparro por su apoyo y confianza, y a cada uno de los maniceños por los buenos deseos y los aplausos que siempre le brindaron.

Sin embargo, la reina juvenil de los maniceños expresó, que su familia fue el soporte principal, que no solo la apoyó emocional y económicamente, sino que también se convirtió en esa dosis diaria de fe, cariño y acompañamiento permanente, en cada reto de ese proceso, como candidata del Miss Teen Casanare.

“Para mis padres Fabricio y Leidy Johana, abuelas Rosalba y Angela, tíos, especialmente a Henderson, también a mis primos, amigos, y a todas las personalidades que hicieron parte de mi proceso, solo tengo palabras de gratitud. Dios les pague por ayudarme a cumplir este sueño, que con seguridad será el primer paso para potencializarme como ser humano y fortalecerme como profesional y poder a futuro contribuir con el desarrollo de mi hermoso Casanare”, puntualizó Valentina Loaiza, la reina que logró ponerse la corona en su corazón y no en su cabeza.