Una quemadura es una lesión a la piel u otro tejido orgánico causada principalmente por el calor o la radiación, la radioactividad, la electricidad, la fricción o el contacto con productos químicos. Las quemaduras constituyen un problema de salud pública a nivel mundial y provocan alrededor de 180.000 muertes al año.

El 90% de estos accidentes ocurren en el hogar. Los niños y las mujeres suelen sufrir quemaduras en la cocina, provocadas por recipientes que contienen líquidos calientes, por las llamas, o por explosiones de los artefactos. Los hombres son más propensos a quemarse en el lugar de trabajo (incendios, escaldaduras, productos químicos y electricidad). La piel de los niños es hasta 15 veces más fina que la de los adultos, por ese motivo, se quema a temperaturas más bajas y con una mayor profundidad.

Las quemaduras se clasifican según la extensión y profundidad, esta última en tres grados. A mayor grado, mayor compromiso de la piel y comorbilidades como hospitalización prolongada, deformidad estética, infección, entre otras. Ya sea la profundidad o extensión de la lesión, se considera quemadura grave a toda aquella que afecte manos, pies, cara, ojos y genitales, así como las de segundo y tercer grado.

Que SÍ hacer ante una quemadura en el hogar:

• Garantizar la propia seguridad
• Eliminar la causa, evacuando al individuo del foco térmico, apagar las llamas, retirar el producto químico del contacto con la piel… todo ello para disminuir la agresión térmica.
• Usar agua corriente fresca para reducir la temperatura de la quemadura durante al menos 20 minutos.
• En caso de quemaduras químicas, remover o diluir el agente químico irrigando con grandes cantidades de agua.
• Envolver la lesión con gasas o paños limpios, humedecidos en agua. El vendaje debe ser flojo.
• Transportar al establecimiento adecuado más cercano para recibir atención médica.

Que NO hacer ante una quemadura en el hogar:

• No aplique pomadas ni aceite a la quemadura, ni use algodón sobre esta, solo agua.
• No aplique hielo, dado que este solo profundizará la lesión.
• Evite el enfriamiento prolongado con agua, dado que ello provocará una hipotermia.
• No rompa las ampollas hasta que estas puedan ser tratadas con pomadas antibióticas por un prestador de servicios médicos.
• No despegue la ropa o cualquier otro elemento que esté pegado a la piel.
• Evite el contacto directo de la herida con cualquier tipo de tejido, dado que ello podría provocar una infección.
• No aplique ningún tipo de medicación tópica hasta que el paciente haya recibido la atención médica adecuada.

Prevención

• Debe impedirse, en la medida de lo posible, que los niños entren en la cocina. Si no es posible, deben ser supervisados en todo momento.
• Adquirir la costumbre de girar los mangos de las sartenes y ollas para que no sobresalgan del mueble de la cocina.
• No se deben dejar sillas cerca que el niño pueda utilizar para trepar.