QUE ESTÁ LEYENDO GARDEAZÁBAL, LA REBELDIA NOS VIENE DE LOS CASTELLANOS

QUE ESTÁ LEYENDO GARDEAZÁBAL, LA REBELDIA NOS VIENE DE LOS CASTELLANOS

Reseña de la novela CASTELLANO del escritor español Lorenzo Silva, editada por Destino de Barcelona. Audio: https://www.youtube.com/watch?v=6ANtkBzHwfY Acabo de leer un libro sorprendente. Pretende ser una novela, pero resulta ser una curiosa revisión histórica de la rebelión castellana contra Carlos V a comienzos de su reinado, cuando apenas acababa de haber sido solo Carlos I

Reseña de la novela CASTELLANO del escritor español Lorenzo Silva, editada por Destino de Barcelona.

Audio: https://www.youtube.com/watch?v=6ANtkBzHwfY

Acabo de leer un libro sorprendente. Pretende ser una novela, pero resulta ser una curiosa revisión histórica de la rebelión castellana contra Carlos V a comienzos de su reinado, cuando apenas acababa de haber sido solo Carlos I de Gante y había llegado con métodos corruptos a la cabeza del Sacro Imperio Romano.

Al emperador, nieto de Fernando e Isabel, más conocidos por nosotros como los Reyes Católicos, se le oponían los duros habitantes de Castilla, que ya iban cosechando América. No le perdonaban que Carlos, hijo de Juana La Loca, fuese un príncipe extranjero, educado en Flandes y que apenas con dificultad hablara el idioma español, el que entonces y por cinco siglos, se llamaba honrosamente castellano.

La rebelión comunera, como la calificaron finalmente los historiadores, se dio hace exactamente 500 años entre 1520 y 1521. La provocó un cura franciscano anónimo desde el púlpito de la catedral de Toledo quien atacó como casi todos los energúmeno castellanos las ropas suntuosas, las fiestas, los banquetes y los bailes diarios del monarca, pero sobre todo el hecho de que apenas había ido a Castilla   unos días, donde estaban sus capitales, Toledo y Madrid, para preferir instalar la corte en Barcelona.

Ya desde entonces Castilla no perdonaba la importancia a Cataluña. Y, como si fuera poco que desde allí hubiese exprimido a España para comprar el voto de los príncipes alemanes que lo elevaron al trono de emperador.

El libro, escrito en una prosa exquisita, que da gusto leerla, desarrolla entonces el acontecer de este episodio. Pero su narración es tan igual a la de tantas guerras que los españoles han librado a lo largo de su historia que lo de menos resulta ser el jefe de esa rebelión, don Juan de Padilla, corregidor de Toledo y su esposa María Pacheco, quien termina siendo el símbolo de la resistencia cuando ya el emperador los ha aplastado con espadas, báculos y traiciones, como en todas las batallas entre españoles, ayer, hoy, y seguramente siempre.

Por eso, tal vez, el libro no es una novela como la presentan y tampoco es historia porque tergiversa los apuntes oficiales y académicos con que se ha hablado y olvidado la rebelión comunera de 1520. Pero es tan divertido y tentador lo que cuenta para capturar al lector, que uno termina creyendo que en verdad sí es una novela. Las descripciones de actitudes y temperamentos castellanos, son los mismos que nosotros, tan amigos de polarizar y de enfrentarnos, afloramos a cada rato. Tanto, que al terminar de leer el libro uno tiene que aceptar que todos esos defectos nos vienen a los colombianos de la pura cepa castellana.

Gustavo Álvarez Gardeazábal

El Porce, agosto 1 del 2021

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