El país no quiere medir la magnitud de lo que está sucediendo y, como los pasajeros del Titanic, sigue embelesado en carajaditas para no tomar conciencia de cómo están volteando patas arriba el escaparate. Pedro Medellín, en su columna de El Tiempo advirtió que nos llevan poco a poco a un Petro apagón político y
El país no quiere medir la magnitud de lo que está sucediendo y, como los pasajeros del Titanic, sigue embelesado en carajaditas para no tomar conciencia de cómo están volteando patas arriba el escaparate.
Pedro Medellín, en su columna de El Tiempo advirtió que nos llevan poco a poco a un Petro apagón político y eléctrico. Los que han podido leer la cuasi oculta reforma a la salud, no se aterran de que les quiten a las EPS su negocito sino de oír la incapacidad administrativa de la ministra que patrocina el absurdo de destruirlas vengativamente.
Los que ya se dieron cuenta que la ministra Vélez no era metepatista sino una fanática convencida de la bondad de un credo ambientalista suicida, se resignan a esperar que la Virgen de Chiquinquirá les haga el milagrito o que el ideólogo Hildebrando modifique sus metas. Nadie, empero hace algo. Los gremios callan, los afectados enmudecen, los contratistas que fungen de congresistas, facturan. Y mientras los miembros del gabinete modulan barbaridades como voladores sin palo, el presidente Petro sigue marcando la pauta como el flautista de Hamelin, llevando a los roedores entretenidos al abismo.
La semana anterior los puso a patinar con sus caprichos sobre el Metro de Bogotá, repitiendo el libreto de cuando fue alcalde y fracasó pretendiendo recoger las basuras. Contra esa acumulación de barrabasadas dizque se ha preparado digitalmente un paro nacional, organizado anónimamente.
El pasado fin de semana invadieron las redes avisándonos que el paro comienza el domingo 12 a las 12 del día, que no habrá camiones por las carreteras ni combustible en las gasolineras ni alimentos que mercar. Petro, equivocadamente, no llamó al diálogo al país, aunque ya se sentó con el desgastado Uribe, que no aparece entre los organizadores del paro.
Petro prefirió convocar a sus partidarios, y solo a ellos, a que salgan el 14 a la calle a respaldarlo y enfrentar el fantasma del paro. Es decir, estamos al borde de una Petro batalla y como no sabemos a cuál bando va a salir a defender la aporreada Policía, puede ser una fenomenal petrocagada
Gustavo Álvarez Gardeazábal
El Porce, febrero 6 del 2023
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