¿A DONDE IRÁ MI RECUERDO?

¿A DONDE IRÁ MI RECUERDO?

“Un día despertarás y ya no habrá más tiempo para hacer las cosas que siempre has querido hacer, hazlas ahora”. Paulo Coelho Por: Nelsfomo Muchas personas cuando descubren o les dicen que tienen una cana lo primero que hacen es gritar ¡quítemela, quítemela! Otros dicen, ¡entre más canas más ganas! Las canas son cabellos que

“Un día despertarás y ya no habrá más tiempo para hacer las cosas que siempre has querido hacer, hazlas ahora”. Paulo Coelho

Por: Nelsfomo

Muchas personas cuando descubren o les dicen que tienen una cana lo primero que hacen es gritar ¡quítemela, quítemela! Otros dicen, ¡entre más canas más ganas! Las canas son cabellos que se han vuelto de color blanco o gris por una pérdida de pigmentación, esta decoloración se debe a una disminución de la melanina, que es la que determina el color del pelo, también influyen factores como herencia, estrés, alimentación, enfermedades o simplemente que ya tenemos unos añitos encima. Tener canas tarde o temprano es parte de nuestra genética, a lo largo de los años vamos presentando cambios en nuestro cuerpo, como la aparición de las temidas arrugas entre otros.

En general, la vejez es sinónimo de sabiduría pero también de muchos temores, porque esta conlleva a un desgaste generalizado de todos los órganos del cuerpo y con ello la aparición de enfermedades. Aunque claro, no todas las personas son iguales y no todos los cuerpos reaccionan de la misma manera, para las enfermedades no hay edad, pero también es cierto que los años no llegan solos y nos recuerdan todo lo bueno o malo que hicimos con nuestro organismo, y sin olvidar que la genética también cuenta. Muchas personas experimentamos olvidos o retrasos leves de memoria, todos tenemos dificultad ocasional para recordar una palabra o un nombre de alguien, esto efectos son parte del proceso normal de la vida. Pero si con el pasar de los años estos olvidos se vuelven más graves, frecuentes y prolongados, es importante buscar ayuda médica para ser diagnosticado y en especial si es una persona de la tercera edad, ya que quizás pueda estar presentando síntomas de un padecimiento.

La enfermedad de Alzheimer  o comúnmente conocida como demencia senil, es  una enfermedad neurodegenerativa que se manifiesta como deterioro cognitivo y trastornos conductuales, es incurable y terminal. Se caracteriza en su forma típica por una pérdida de la memoria inmediata y de otras capacidades mentales tales como las capacidades cognitivas superiores, a medida que mueren las células nerviosas (neuronas) se atrofian diferentes zonas del cerebro. Aparece con mayor frecuencia en personas mayores de 65 años de edad, aunque también en raros casos puede desarrollarse a partir de los 40 años. Aunque la mayoría de los casos de Alzheimer no se deben a una herencia familiar, ciertos genes actúan como factores de riesgo en pacientes que desarrollan la enfermedad en edades precoces, aunque esto no permite explicar todos los casos de la enfermedad.

La causa de la enfermedad de Alzheimer permanece desconocida. En esencia, el alzhéimer puede ser considerado como una forma de diabetes de cerebro que tiene elementos tanto de resistencia a la insulina como de deficiencia de insulina, se ha propuesto que el alzhéimer sea conocido como “diabetes tipo 3. Estudios post mortem demostraron que tanto molecular como bioquímicamente, así como la transducción de señales anormales en el alzhéimer eran virtualmente idénticas a lo que ocurría en la diabetes mellitus tipo I y II. También se considera que los síntomas del Alzheimer están causados por la acumulación en el cerebro de dos proteínas anómalas: la proteína beta amiloide (principal componente de las placas seniles y es esencial para la transmisión de la información entre neuronas) y la proteína tau (ayuda a regular el equilibrio del tráfico de células nerviosas). Se cree que la beta amiloide se produce primero, fomentando la aparición y la diseminación de tau, y que es esta última la que destruye las células nerviosas, mermando la memoria y las funciones cognitivas. Los tratamientos actuales ofrecen moderados beneficios sintomáticos, pero no hay tratamiento que retrase o detenga el progreso de la enfermedad. No obstante, casos preliminares de la asociación de demencia por Alzheimer con la enfermedad celíaca (es un proceso crónico, multiorgánico autoinmune que lesiona primeramente el intestino y puede dañar cualquier órgano o tejido corporal) mostraron la mejoría con el seguimiento de una dieta sin gluten (consiste en eliminar de forma estricta de la alimentación todos los productos que contengan o se cocinen con trigo, centeno, cebada y avena, o cualquiera de sus derivados).

Médicos griegos y romanos asociaron la vejez con la demencia. Pero no fue hasta 1901 cuando el psiquiatra alemán Alois Alzheimer, se concentró en la neuropatología (estudio de enfermedades propias del sistema nervioso) y fue observada por primera vez en una mujer de 51 años de edad; esta mujer se llamaba Auguste Deter. El investigador hizo seguimiento de su paciente hasta su muerte en 1906, y entonces pudo observar el cerebro. Después de este momento pudo reportar públicamente por primera vez el caso de lo que se conoce hoy como enfermedad de Alzheimer.

Entre sus anotaciones relata los primeros síntomas de su paciente y como los comportamientos fueron cambiando con el pasar del tiempo, primero empezó con un fuerte sentimiento de celos hacia su marido, pronto mostró progresivos fallos de memoria, no podía encontrar el camino a casa, arrastraba objetos sin sentido, se escondía o a veces pensaba que otras personas querían matarla, de forma que empezaba a gritar. Durante su internamiento, sus gestos mostraban una completa impotencia, estaba desorientada en tiempo y espacio, de cuando en cuando decía que no entendía nada, que se sentía confusa y totalmente perdida, a veces consideraba la llegada del médico como la visita de un funcionario y pedía perdón por no haber acabado su trabajo, mientras que otras veces comenzaba a gritar por temor a que el médico quisiera operarla. En ocasiones lo despedía completamente indignada, chillando frases que indicaban su temor a que el médico quisiera herir su honor, algunas veces estaba completamente delirante, arrastrando las mantas de un lado a otro, llamando a su marido y a su hija, y con aspecto de tener alucinaciones auditivas. Con frecuencia gritaba durante horas y con una voz horrible, la regresión mental avanzo gradualmente, tras cuatro años y medios de enfermedad, la paciente falleció. Al final estaba completamente apática y confinada a la cama, donde adoptaba una posición fetal.

Por lo general, los síntomas en esta fase inicial es la inhabilidad de adquirir nuevos recuerdos, pero suele confundirse con actitudes relacionadas con la vejez o el estrés. A medida que progresa la enfermedad, aparecen confusión mental, pérdida de la memoria de corto plazo, irritabilidad, agresión, cambios del humor, así como ciertas dificultades de coordinación y de planificación. El paciente mantiene su autonomía y solo necesita supervisión cuando se trata de tareas complejas, en esta etapa es frecuente que la persona se desoriente en la calle y llegue a perderse, por lo que se recomienda tomar precauciones: Colocándole en la muñeca una pulsera con un número de teléfono de contacto, avisando a los que conocen la situación, para que alerten a la familia en caso de encontrarlo deambulando, usar un localizador GPS para que la familia siempre pueda saber dónde está.

Con la demencia moderada, paulatinamente llega la pérdida de aptitudes, como las de reconocer objetos y personas, además, pueden manifestarse cambios de conducta como, por ejemplo, arranques violentos incluso en personas que jamás han presentado este tipo de comportamiento. Los problemas del lenguaje son cada vez más evidentes debido a una inhabilidad para recordar el vocabulario, lo que produce frecuentes sustituciones de palabras erróneas y un empobrecimiento general del lenguaje hablado y escrito, también aparece torpeza al realizar tareas motoras finas, como dibujar o vestirse, reduciendo la habilidad de la persona para hacer sus actividades rutinarias. Durante esta fase, también empeoran los trastornos de la memoria y el paciente empieza a dejar de reconocer a sus familiares y seres más cercanos, tiende a aislarse a medida que declinan los sentidos del paciente, la memoria a largo plazo, que hasta este momento permanecía intacta, se deteriora. En esta etapa se vuelven más notorios los cambios en la conducta, las manifestaciones más comunes son las distracciones, el desvarío y los episodios de confusión al final del día, irritabilidad y labilidad emocional (llantos o risas inapropiadas) agresión no premeditada e incluso resistencia a las personas a cargo de sus cuidados, también puede aparecer la incontinencia urinaria.

Demencia avanzada o etapa final de la enfermedad trae deterioro de la masa muscular, perdiéndose la movilidad, lo que lleva al enfermo a un estado de encamamiento, incapacidad de alimentarse a sí mismo, junto a la incontinencia, en aquellos casos en que la muerte no haya llegado aún por causas externas (infecciones por úlceras o neumonía).  El lenguaje se torna severamente desorganizado, llegándose a perder completamente, a pesar de ello, se conserva la capacidad de recibir y enviar señales emocionales. Los pacientes no podrán realizar ni las tareas más sencillas por sí mismos y requerirán constante supervisión, quedando así completamente dependientes, puede aún estar presente cierta agresividad, aunque es más frecuente ver extrema apatía y agotamiento.

El avance de la enfermedad puede ser más rápido o más lento en función del entorno de la persona con alzhéimer. No es una situación fácil y la familia tendrá que hacer grandes esfuerzos para ofrecerle un entorno lo más favorable posible, hay situaciones que pueden acelerar la enfermedad como; estrés familiar, cambios bruscos de rutinas diarias, cambio a un domicilio nuevo (hogares para mayores) generando situaciones de un ambiente familiar feliz, hacer ejercicio, socializar con amigos u otras personas puede servir como retardadores de la enfermedad. Así como para la estimulación de las capacidades cognitivas ayuda a ralentizar la pérdida de estas funciones y habilidades.

Esta estimulación consiste en trabajar aquellas áreas que aún conserva el paciente, de forma que el entrenamiento permita compensar las pérdidas que el paciente está sufriendo con la enfermedad. Las intervenciones psicosociales se usan conjuntamente con el tratamiento farmacológico y se clasifican en abordajes orientados al comportamiento, las emociones, lo cognitivo y la estimulación.  La terapia de reminiscencia incluye la discusión de experiencias del pasado de manera individual o en grupo, muchas veces con la ayuda de fotografías, objetos del hogar, música y grabaciones u otras pertenencias del pasado. En esta terapia, igualmente, no hay muchos estudios de calidad sobre su efectividad, aunque puede resultar beneficiosa para la reestructuración cognitiva y el humor.

A medida que progresa la enfermedad, pueden aparecer distintas manifestaciones médicas, como, las enfermedades orales y dentales, úlceras de presión, desnutrición, problemas de higiene o infecciones respiratorias, urinarias, dermatológicas u oculares, entre otras. El manejo cuidadoso del paciente puede prevenir dichos problemas, pero si llegan a producirse, deben ser tratados bajo supervisión médica. Durante las etapas finales de la enfermedad, el tratamiento se centra en mantener la calidad de vida hasta el fallecimiento.

Para la prevención del alzhéimer, se han sugerido varios hábitos conductuales, como jugar ajedrez, go (juego de tablero de estrategia para dos personas, se originó en China hace más de 4000 años), la lectura, el completar crucigramas o las interacciones sociales frecuentes, hablar varios idiomas, estimulación mental y dieta equilibrada, parecen retardar la aparición y reducir la gravedad del alzhéimer mas no evitar la aparición de la enfermedad. El papel que juega el cuidador de la persona con alzhéimer es fundamental, aun cuando las presiones y la demanda física de esos cuidados pueden llegar a ser una gran carga personal.

En 2015 la Primera Conferencia Ministerial de la OMS sobre la Acción Mundial contra la Demencia estimó en 47.5 millones el número de casos en el mundo. El pronóstico para cada individuo es difícil de determinar. El promedio general es de siete años, menos del 3% de los pacientes viven más de 14 años después del diagnóstico. Estudios revelan que las mujeres son más propensas a padecer esta enfermedad y particularmente entre la población mayor de 85 años, debido a que la edad avanzada es el principal factor de riesgo para sufrir alzhéimer.

Muchas personas saben de la existencia de esta enfermedad a través del cine, es allí donde nos han involucrado en este tema con las más grandiosas historias de amor. En el séptimo arte siempre encontramos la mejor manera de expresar el comportamiento y sufrimiento humano, por medio de esas historias hemos visto el dolor que deja en los familiares de pacientes con Alzheimer, allí podemos ver la dureza a la que se tienen que enfrentar cuando van a visitar a su ser querido y no ser reconocido, simplemente ser tomado por un extraño, o ver como sus ojos se llenan de brillo y amor cuando son reconocidos por tan solo unos minutos. Lastimosamente esta enfermedad no solo destruye al paciente sino a familias completas que se ven sumidas en un infinito dolor, ni siquiera pueden abrazar o compartir afectos con ese ser amado, ya que si queremos expresar estos sentimientos el paciente puede tomarlo como un acto de violencia o abuso y Hollywood sí que sabe expresar estos infortunios.

Diario de Una Pasión (The Notebook) es una película del 2004, dirigida por Nick Casssavetes y protagonizada por Ryan Gosling y Rachel Macadams. La cinta narra la historia de unos jóvenes que se enamoran perdidamente, es la historia de Noah y Allie, dos jóvenes adolescentes de Carolina del Norte que, a pesar de vivir en dos ambientes sociales muy diferentes, se enamoraron profundamente y pasaron juntos un verano inolvidable, antes de ser separados, primero por sus padres, y más tarde por la guerra. Después de vencer varios conflictos aquellos enamorados deciden volverlo a intentar y comparten los mejores años de su vida, sin embargo, el destino les tiene preparado otros retos. Noah descubre que su esposa Allie sufre de Alzheimer.  En una residencia de ancianos, un hombre lee a una mujer una historia de amor escrita en su viejo cuaderno de notas. Es una historia de amor donde Noah tiene que traer al presente recuerdos mediante un viejo diario y así Allie sepa que es la autora de este. El recuerdo más grande de esta historia es el gran amor que se tienen entre ellos.

Aunque muchos tildaron esta película como una historia empalagosa y como un cuento de hadas que jamás pasaría en la vida real. Existen pruebas de una pareja de adultos mayores irlandeses que vivieron sus últimos días en un asilo, y tuvieron una historia de amor muy similar a la del film, incluso eran conocidos como la pareja “The Notebook” título en ingles de la película. Los enfermeros y demás personal del asilo aseguraron que nunca habían conocido una pareja tan enamorada como aquellos ancianos. La manera en que se relaciona la película con esta pareja es que Márie padeció Alzheimer, así que Gerry decidió dejar su trabajo para cuidar todos los días a su mujer y recordarle cada mañana los momentos más importantes que habían vivido juntos. Se conocieron a los 17 años de edad y se casaron nueve años después, se mudaron a Newbridge mientras que Gerry cumplía con su deber militar. Márie fue maestra de secundaria hasta que su enfermedad cubrió sus recuerdos. Cuando Gerry comenzó a padecer artritis decidió ir junto a su mujer a un asilo donde ambos serían cuidados. El pasado de 19 de febrero, como en la película, la pareja murió; el mismo día con sólo unas horas de diferencia.

Puede ver la película Diario de una Pasión en la plataforma de Netflix, y si tanto amor lo hostiga entonces puede ver en la App Play!Go la película  St. Vincent protagonizada por Billy Murray, quien es un jubilado borracho y cascarrabias que acepta hacerse cargo de Oliver el hijo de 10 años de su nueva vecina y así ganar algo de dinero. El niño descubrirá que su vecino no es realmente como todos le ven, se trata de un hombre incomprendido, pero con buen corazón, y que todos los fines de semana va a visitar a su esposa al geriátrico y se hace pasar por médico, es la única forma de acercársele ya que ella sufre de Alzheimer y no lo reconoce. Se conforma con darle la mano y lavarle la ropa. La cinta se centra en la desgracia de Vincent a raíz de la enfermedad de su esposa. Y recuerde, Comparta cultura; comparta una película.

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1 Comment

  • noelfomo@gmail.com
    9 agosto, 2020, 10:36 pm

    La vejez es una etapa muy compleja en el ser humano, yo si creo en el amor que se tenían la pareja de adultos mayores irlandeses. Hay amores que son para toda la vida. De hecho los estudios demuestran que cuando vive una pareja de adultos mayores y tiene una buena relación, al poco tiempo de fallecer el uno fallece el otro.

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