Por: Juan Carlos Niño Niño

La experiencia legislativa del ahora ministro del Interior, Luis Fernando Velasco, fue insuficiente para hacerle  entender al Gobierno Nacional que no siempre “el que corre vuela”, por lo que el Presidente Gustavo Petro ha decidido “embutir” las reformas a la salud, pensional y laboral, en unas inminentes sesiones extraordinarias de treinta días, aún más cuando el espíritu de Estatuto del Congreso (Ley 5 de 1992), revela que las extras es para terminar de aprobar lo que quedo en el tintero –incluidos los informes de conciliación- pero no para continuar la discusión y aprobación de iniciativas de tan alto calado.

Es más, en este periodo legislativo tan corto -tres meses- Petro “la sacó de estadio”, porque no recuerdo en casi treinta años como asesor del Congreso,  algún Ejecutivo que en ese lapso haya dejado “vivitas y coleando” tres reformas al Estado, porque las de salud y pensiones fueron aprobadas en primer debate, y la laboral avanzó la semana pasada con el Informe de Ponencia en la Comisión VII de Senado, y se da por descontado que este martes –último día de esta legislatura- se termine por aprobar el articulado y título de la iniciativa.

El pasado periodo legislativo fue inmejorable para el Gobierno,  iniciando con la aprobación -sin mayores modificaciones- del Plan Nacional de Desarrollo, y terminando con salvar el agónico Código Electoral –tiene pendiente mañana martes la conciliación- más una serie de iniciativas que están directamente relacionadas con su énfasis social, como elevar a rango constitucional declarar al campesino como “sujeto especial de protección”, y el establecimiento del “Tribunal” o Jurisdicción Agraria.

La buena racha del Gobierno no termina ahí, porque las Comisiones Económicas del Congreso le aprobaron con celeridad el proyecto de ley de Adición Presupuestal (16,9 billones de pesos), quedando pendiente en extraordinarias su aprobación en Plenarias de Cámara y Senado –siendo esta adición la primera en veinte años- confirmando una vez más lo que he asegurado en mis columnas: una cosa se dice en los medios de comunicación, y otras bien distinta se hace en las sesiones del Congreso.

En el receso legislativo sería más conveniente que el Gobierno Nacional reacomode de sus fichas, calme las aguas, enfrente la tremenda crisis política, y consiga un acuerdo nacional no solo para darle más legitimidad a sus reformas, sino también para hacerlas aún más “aterrizadas” y eficaces –con la participación de todos los sectores- incluida la transparencia con la que el ente gubernamental -incluido las entidades territoriales- va a manejar los recursos de la salud, y hasta qué punto es justo que las nueva generación de trabajadores entren a financiar diversas y nuevas modalidades de pensión.

Coletilla 1: Este lunes festivo podría terminar con “goleada” del Gobierno Nacional, si logra la difícil tarea de conseguir en la Plenaria del Senado –está programada para las 5 PM- la aprobación en último debate del proyecto de acto legislativo sobre el uso recreativo del cannabis, frente a la válida y entendible exigencia de la oposición – encabezada por el Centro Democrático y Cambio Radical- en el sentido de que les corresponde legalmente presidir la última sesión del periodo legislativo, que fue negada de manera rotunda por el Presidente del Senado Alexander López.

Coletilla 2: La Plenaria del Senado tiene hoy en el séptimo punto del orden del día, la discusión del proyecto de ley para la designación de intérpretes y guías intérpretes de personas sordas y sordo-ciegas, en las entidades gubernamentales del orden nacional, departamental y municipal, que tiene como ponente al Senador Guido Echeverry, con autoría del Senador José Vicente Carreño, quien logró además  incluir en la conciliación del nuevo Código Electoral, la ubicación de estos intérpretes en las zonas de votación.