¡ARTESANO DE ÍDOLOS!

¡ARTESANO DE ÍDOLOS!

“La fama es peligrosa: su peso es ligero al principio, pero se hace cada vez más pesado el soportarlo y difícil de descargar” – Hesíodo. Por: Nelsfomo Cuando el corazón deja de latir y los ojos se cierran para siempre, es cuando muere el humano y nace la leyenda. Si esa persona es alguien muy

“La fama es peligrosa: su peso es ligero al principio, pero se hace cada vez más pesado el soportarlo y difícil de descargar” – Hesíodo.

Por: Nelsfomo

Cuando el corazón deja de latir y los ojos se cierran para siempre, es cuando muere el humano y nace la leyenda. Si esa persona es alguien muy famoso y con miles de seguidores alrededor del mundo, siempre existirá un manto de dudas que envuelve las causas de su muerte. Y es en realidad porque hay una negación por parte de sus fans que se rehúsan a creer y aceptar que esa persona murió. Es como si por alguna mágica razón esa persona fuera inmortal.

La mayoría de nuestros ídolos no los conocemos en persona, y como entre más famoso sea, el acceso a ellos será más difícil, porque están rodeados por escoltas que nos impiden tocarlos, entonces terminamos endiosándolos. Sus seguidores hacen largas filas y se aglomeran en multitudes para ver a su ídolo, imitando aquella historia conocida por los creyentes, cuando una mujer enferma por más de 12 años logró abrirse paso entre la multitud y tocar el manto de Jesús, así de satisfechos y absolutamente complacidos se llegan a sentir los fans cuando logran ver o tocar a esa persona que aman tanto y que solo conocen atreves de periódicos, revistas o televisión, pero que la sienten tan cercana, tan familiar, tanto así que viven sus triunfos y derrotas como propios.

Esas figuras se vuelven parte indispensable de sus vidas, generaciones completas han crecido con ellos, imitan su forma de actuar, vestir y su máximo sueño es llegar hacer como ellos. No importa que errores cometan porque su amor por ellos es tan grande que alcanza para perdonar lo que sea. Viajan con ellos y llegan a conocer una gran parte del mundo a través de sus vivencias sin salir de casa, solo deben estar atentos de cualquier noticia que se genere alrededor de ellos. Se llega a conocer más de la vida de los ídolos que la propia. Se ahorra cualquier peso para poder hacer largos viajes para poderlos ver así sea de lejos, porque un verdadero fan hace lo que sea por ver a su dios.

Existen fanáticos para todas las especialidades. Quienes logran destacarse por su talento y potencialidad en el deporte, la política, ciencia, actores, músicos, cantantes, entre otros oficios, solo se necesita ser muy bueno en lo que hace y que tenga la prensa como aliada para que poco a poco su talento se vaya haciendo conocido y así empieza adquirir seguidores y la fila empieza a crecer de personas que corean su nombre, hasta que un día estas personas sienten que su vida se ha transformado, las normalidades del día a día ahora son exaltadas y seguidas por muchos y toda esa cotidianidad se ve alterada hasta el punto que sus vidas nunca más volverán hacer las mismas. La privacidad se ha perdido y todas sus acciones estarán siendo juzgadas o celebradas por miles de personas.

Tener una carrera deslumbrante y recibir la atención del mundo es el sueño de muchos, envidian la vida de los famosos, pagarían por vivir sus vidas, por tener ríos de gente dispuestos a seguirlos hasta donde sea. Quizás esta emoción por lo desconocido dure muy poco, porque debe ser agobiante que todos sus pasos estén siendo vigilados, y cada acción este siendo calificada para bien o para mal. Además de sufrir los avatares propios del trabajo, venturas y desventuras, elogios, aplausos, también reciben agravios y son objetos de mentiras, comentarios irrespetuosos, además de perder la tranquilidad y la emoción por las cosas simples, es lo que siempre extrañan aquellas personas que son elevadas por los aires como burbujas. Pero lo que pocos saben es que quizás ese sea uno de los factores que contribuyen a que se viva menos. Muchas veces los termina agobiando y cayendo en grandes depresiones, trastornos psicológicos y siendo víctimas de sustancias sicoactivas como una manera de huirle a la realidad, y en el peor de los casos atentando hasta contra su propia vida cuando todo se ha salido de control o cuando han dejado de brillar y poco a poco se van hundiendo en su soledad y desgracia.

Nadie sabe la verdadera felicidad o tristeza que se esconde detrás de una fotografía, en cierta medida todos aprendemos hacer actores y así camuflar la realidad. No todo es color de rosa cuando de ser famoso se trata.  Alcanzar el éxito, conquistar la fama y convertirse en una celebridad, está reservado para gente audaz, con talento quienes sobresalen principalmente por sus buenas acciones, aunque también está la otra cara de la moneda, aquellos que se hacen célebres por sus fechorías. Pero lo cierto es que nadie los preparó para la fama y cada uno debe crear su propio estilo para lidiar con esta. La fama los engrandece, pero también reciben las peores ofensas por el solo hecho de verlos triunfar, reacción propia de los envidiosos. Aunque se dice que “la envidia afecta más al que la padece que a quien la despierta”, da igual mientras existan criticones quienes se dedican a buscar el error del otro para ridiculizarlo, despreciarlo y la calumnia se vuelve su ocupación predilecta.

De la duda algo queda, y trae como consecuencia que se afecta el honor de las personas y provoca la desconfianza entre la opinión pública, siempre enfrentando los bandos, quienes señalan y quienes defienden. Desacreditan las personas sin ninguna contemplación, incluso muchas veces no les importa tener que retractarse cuando el daño ya este hecho.  Tener una vida pública exitosa conducen a tendencias autodestructivas a lo largo de sus vidas.  En consecuencia, al llegar a la cima no todo es perfecto, por el contrario, alcanzarla conlleva un precio, además de no saberse realmente quiénes son los verdaderos amigos o cuales se acercan solo por simple interés. Se tiene tanta gente alrededor, que hasta se puede sentir perdido en la multitud, pero a la hora de descansar, de irse a la cama, se enfrentan a la dura realidad de la soledad.

Incluso llegan a ser víctimas de las personas que les profesan admiración y amor. Ese fue el caso de Selena Quintanilla, la cantante mexicoestadounidense más conocida como la reina del Tex-Mex, género musical que combina los ritmos populares de México y Texas (EE. UU). Quien murió a manos de la presidente de su club de fans y quien le profesaba su amor incondicional y la trataba como si fuera su propia hija. El pasado marzo del 2020, la inolvidable artista cumplió 25 años de su deceso, el 31 de marzo de 1995, a las 13:05 Selena fue declarada muerta. La frustración más grande para todos sus seguidores es que la joven artista solo tenía 23 años y estaba en la cima de su carrera.  Vendía millones de copias de sus cinco álbumes y estaba por lanzar uno más cuando su voz fue apagada.

La mañana del 31 de marzo de 1995, Selena va al hotel donde se estaba hospedado Yolanda Saldívar, la fundadora y presidenta del club de fans de la artista, quien además era su asistente personal y gerente de ventas de su marca, después de 4 años la relación se empezaba a deteriorar debido a sospechosos manejos económicos por parte de Yolanda. Selena le exigió los documentos de su negocio, tenía prisa por marcharse del lugar, pues la estaban esperando en un estudio de grabación para continuar el trabajo de su nuevo disco. La cantante intentó salir de la habitación, pero Saldívar reaccionó violentamente ante el reclamo de la cantante y le propinó un disparo con un revolver calibre 38 mm, la bala impacto en el costado derecho de la espalda. La herida le hizo perder mucha sangre, aun así, la joven de 23 años pudo salir para pedir ayuda, recorrió casi 100 metros hasta llegar a la recepción del hotel en donde finalmente cayo inconsciente. Yolanda aceptó que le había disparado, pero en el juzgado cambio la versión por un disparo accidental y que su motivación guarda un secreto que no ha querido revelar.  Saldívar fue hallada culpable del asesinato de Selena y fue sentenciada a cadena perpetua con posibilidad de optar por la libertad condicional para el 2025.

A 25 años de su muerte, Selena todavía representa “ese puente entre culturas, de alguien que va cambiando entre dos idiomas y que no vemos tan a menudo en los medios” dice el profesor Nathian Shae, quien enseña una cátedra sobre el ídolo tejana en la Universidad Estatal de San Diego.  Selena reconocía en entrevistas en español que no dominaba este idioma a la perfección y que, todavía lo estaba aprendiendo, se tuvo que entrenar más en esa lengua para interpretar canciones en español. En una escena de la película biográfica “Selena” 1997, el padre de la cantante le dice, “ser mexicano-estadounidense es difícil. Los anglos te saltan encima si no hablas inglés perfectamente, y los mexicanos te saltan encima si no hablas español perfectamente”.

Quizás sin saberlo, la cantante encarnó en el público una realidad de millones de personas en los EE. UU, especialmente en generaciones de jóvenes nacidos en el país angloparlante, pero de origen latinoamericano. El hecho de que Selena no hablase bien español la convirtió en un punto de identificación predilecto para una minoría que se sentía cada vez menos arraigada en sus países de origen y más arraigada en Estados Unidos y que sentían talvez vergüenza, una sensación de haber pedido el ancla, y se terminó convirtiendo en el símbolo del spanglish.

La carrera de poco más de una década convirtió a Selena Quintanilla en una de las voces femeninas más vendidas de la música en español de la historia. Pero hoy, su memoria sigue viva en las redes sociales, y su música se sigue escuchando por todos lados, generaciones que han nacido después de su muerte aprendieron amarla y a revivirla con pasión cada vez que hablan de ella. Para ese entonces Facebook, Twitter o Instagram no existían y ahora su cuenta de Facebook tiene más de 2.5 millones de seguidores, 40 mil en Instagram y más de 22 mil seguidores en Twitter. Ahora con el lanzamiento de la serie “SELENA” original de Netflix vuelve al ruedo más fuerte que nunca, con el estreno de su primer capítulo el pasado 4 de diciembre, la serie ya se encuentra entre las 10 más vistas. La serie contará con 20 episodios, divididos en dos partes, la primera de 9 episodios (que ya están disponibles) y la última parte de 11. Netflix retrasó su estreno programado, y tuvieron que reanudar las grabaciones después de meses debido a la pandemia del COVID-19.

Sobre esta querida y recordada artista se han hecho varios productos audiovisuales, la primera fue una película biográfica llamada “Selena” en 1997 y protagonizada por Jennifer López que le sirvió de plataforma y la lanzó al estrellato. En 2018, se realizó la serie “EL SECRETO DE SELENA” emitida por TNT y basada en el libro de la periodista ganadora de un EMMY, María Celeste Arrarás, la serie sigue la historia detrás del asesinato de la cantante y no contó con la aprobación de la familia Quintanilla, por lo que negaron la autorización del uso de las canciones de Selena. La producción optó por usar canciones de otros artistas que Selena había versionado a lo largo de su carrera.  A diferencia de, SELENA: La Serie, producida por Netflix es la versión autorizada por la familia y cuenta con todo su repertorio musical que es lo que en verdad la gente quiere escuchar y revivir la historia de vida de la inmortal artista.

La serie es protagonizada por Christian Marie Serrato, quien le da vida a Selena. Es una actriz estadounidense y conocida por interpretar a Suzie en la serie de Nickelodeon, Manual de Supervivencia escolar de Ned, también actuó en la película Crepúsculo, Rosita la Espinosa en la serie de AMC, y también en The Walking Dead.  La serie nos recrea la historia de la inolvidable Selena Quintanilla, desde su infancia hasta su llegada a la fama, junto a las difíciles y desgarradoras decisiones que debió tomar para vivir del amor y aferrarse a la música. Así que no deje de ver esta serie que una vez más nos recuerda que las personas con verdaderas pasiones y talentos nunca mueren, porque sus legados vivirán entre los mortales por los años de los años. Puede ver Selena, la serie en Netflix, pero si usted no tiene acceso a esa App no se preocupe, descargue desde su play store la App, ¡PLAY GO! Dominicano a su celular o Smart Tv y disfrute de esta serie completamente gratis, solo debe tener acceso a internet y las ganas de dejarse llevar por un ritmo que nunca pasara de moda, el Tex-Mex.

Todo en la vida tiene un precio, pero a veces ese precio es tan alto que no compensa los sacrificios que se hacen. No importa que tan duro se grite, porque entre tanto ruido, entre tanto ajetreo el grito se va opacando, tanto así que nadie se da cuenta y solo las alarmes se prenden cuando se escucha el timbre de un teléfono pidiendo ayuda o se activa la sirena de una ambulancia. Nadie se dio cuenta de nada, porque en verdad estamos solos en este mundo y todo empeora cuando nos preocupamos más por el mañana que por el AQUÍ y el AHORA. Planeamos tanto nuestra vida que nos olvidamos de lo más importante, ¡VIVIR! Y recuerde, Comparta cultura; comparta una película.

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