Durante la semana epidemiológica número 11, en el Sistema de Vigilancia Epidemiológica – SIVIGILA se notificaron 20 nuevos casos de dengue en todo el departamento de Casanare, los cuales corresponden a los municipios de Yopal, Villanueva, Aguazul, Tauramena, Monterrey, Paz de Ariporo y Pore.

En Casanare, en lo que va corrido del presente año, se han notificado un total de 221 casos de dengue al Sistema de Vigilancia en Salud Pública. De estos, 105 (48%) fueron clasificados como dengue sin signos de alarma, 113 (51%) con signos de alarma y 3 (1%) como dengue grave. No se han presentado muertes asociadas con esta enfermedad durante el presente año.

La coordinadora del Programa de Enfermedades Transmitidas por Vectores – ETV, Consuelo Urrego recuerda que: “Esta es una enfermedad que puede sufrir cualquier persona que es picada por un mosquito (zancudo) infectado; su sintomatología está asociada con: fiebre acompañada de dos o más de los siguientes síntomas: dolor de cabeza, dolor detrás de los ojos (retroorbitario), dolor en músculos y huesos, vómito, diarrea y erupción cutánea. El mosquito transmisor se desarrolla en depósitos de agua; los recipientes más comunes que se llenan con aguas lluvias son envases que se desechan como botellas, ollas, artefactos dañados (inodoros, lavamanos, etc.) y llantas. El grupo etario más afectado es el de menores de 14 años, en quienes existe mayor riesgo de progresar a dengue grave”.

Así mismo, siguiendo los lineamientos del Ministerio de Salud y Protección Social, frente a la campaña “Hogares sin mosquito, familias sin dengue”, la cual tiene como objetivo intensificar las acciones contra el dengue, ante la situación de alerta en la que se encuentra el país, se invita a todos los casanareños a involucrarse más en el cuidado de su salud, y realizar actividades de prevención y eliminación de criaderos del mosquito (zancudo) Aedes Aegypti.

Es por ello que las autoridades sanitarias municipales y departamentales unen esfuerzos para controlar la reproducción del insecto transmisor, así como promover hábitos y cambios de actitud en la comunidad para prevenir la infección, teniendo en cuenta que en muchos hogares es frecuente encontrar elementos que pueden servir potencialmente de criaderos de mosquitos.