Por: Leydi Fonseca

El alcohol, es una sustancia psicoactiva con propiedades causantes de dependencia, que se ha utilizado ampliamente en muchas culturas durante siglos. El consumo de alcohol es un factor causal en más de 200 enfermedades y trastornos. Con frecuencia, las personas beben para sentirse mejor o bloquear sentimientos de tristeza, depresión, nerviosismo o preocupación. Lo que muchos no saben es que el alcohol es un depresor del sistema nervioso central y no un estimulante como algunos creen, por lo que los síntomas de tristeza y depresión se pueden acentuar con su consumo.

Según datos de la Organización Mundial de la Salud, cada año se producen 3 millones de muertes en el mundo debido al consumo nocivo del alcohol. Provoca defunción y discapacidad temprana y aumenta la incidencia de enfermedades infecciosas como tuberculosis y VIH. Además de las pérdidas sociales y económicas que generan también disfunción familiar entre las que resalta la pobreza y el aumento de violencia intrafamiliar.

Los datos del DANE reflejan que el 84% de los colombianos ha consumido alcohol alguna vez en su vida y la edad promedio de consumo es 17 años. Esto es una situación de salud pública ya que la ingesta de bebidas alcohólicas siendo menor de edad aumenta el riesgo de dependencia del alcohol e inicio de consumo de otras sustancias psicoactivas en las que es común combinar con alcohol, como cigarrillo, marihuana, cocaína, entre otras, que potencializa el efecto riesgoso para la salud.

Los siguientes son los riesgos para la salud por el consumo nocivo de alcohol:

• Presión arterial alta
• Enfermedad cardíaca
• Accidentes cerebrovasculares
• Enfermedades del hígado
• Problemas digestivos
• Aumento de probabilidad de cáncer de mama, boca y garganta, hígado y colon
• Demencia
• Comportamientos sexuales de riesgo
• Depresión
• Ansiedad

Problemas psicosociales como:

• Mal desempeño escolar
• Pérdida de productividad
• Problemas familiares
• Desempleo
• Choques vehiculares
• Homicidio
• Suicidio
• Embarazo no planeado

La dependencia del alcohol es una enfermedad crónica por la que una persona siente deseo de tomar bebidas alcohólicas y no puede controlar ese deseo. Una persona con esta enfermedad también necesita beber mayores cantidades para conseguir el mismo efecto y tiene síntomas de abstinencia después de interrumpir el consumo de alcohol.

Para evitar esto es importante romper con barreras culturales como el permitir que los menores de edad consuman bebidas alcohólicas así sea en reuniones familiares. Hay una línea muy delgada entre el consumo responsable de alcohol y el alcoholismo, por eso si usted necesita ayuda, solicítela.