Reemplazarlo entonces no será tarea fácil y siempre resultará un peligro. Audio: https://www.youtube.com/watch?v=y1c_qYM_kJ4 Este país no solo tiene mala memoria. Se niega a conocer detalles de sus personajes. Es lo que ha pasado con el ciudadano Carlos Ramón González, quien acaba de ser obligado a renunciar ante la presión pública por su relacionamiento con los
Reemplazarlo entonces no será tarea fácil y siempre resultará un peligro.
Audio: https://www.youtube.com/watch?v=y1c_qYM_kJ4
Este país no solo tiene mala memoria. Se niega a conocer detalles de sus personajes. Es lo que ha pasado con el ciudadano Carlos Ramón González, quien acaba de ser obligado a renunciar ante la presión pública por su relacionamiento con los robagallinas enquistados en el gobierno de Petro y su probable, pero no comprobada, actuación como ordenador de la enésima oleada política colombiana de manejar con cuotas de poder o dinero la voluntad de los congresistas.
Para casi todo el país, Carlos Ramón no tenía como curriculum sino el ser amigo personal y político de Petro desde las épocas del M-19. El hecho de que pasara de ser el mandacallar de la Casa de Nariño como director del Dapre a ser jefe del Departamento Nacional de Inteligencia, reafirmó más la tesis de que Petro lo nombraba por razones personales.
Pero quienes conocen a Carlos Ramón González desde sus días como estudiante de bachillerato del Instituto técnico Industrial de Puente Nacional, no saben decir si el famoso y mítico Efraín González, dueño y señor de esas tierras santandereanas, era su pariente o si el mito del poderoso lo influyó.
No importa y él no lo va a decir. Pero ahí donde lo ven salió de estudiar Química en la Usis para meterse al M19 y cuando tuvo poder político se graduó de abogado en la U Cooperativa, se especializó en Ciencias Políticas en la del Valle y en Derecho del Medio Ambiente en el Externado. Fue concejal de Bucaramanga y en 3 oportunidades representante a la Cámara haciendo a veces extrañas pero productivas alianzas.
Fundó con Navarro Wolff y Antanas Mockus el Partido Verde, aunque siempre dicen que es su dueño porque consiguió más plata que votos cuando era militante. No es pues un cualquiera y si algo sabe es de como corren las triquiñuelas de los políticos que fungen de congresistas sin dejar de ser contratistas.
Gustavo Álvarez Gardeazábal
El Porce julio 29 del 2024
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