El pasado puente festivo del 11 de noviembre me hizo sentir más viejo y añoso de lo que físicamente estoy. Audio: https://www.spreaker.com/episode/57643807 Tal vez se me arrugó el sentimiento y me confrontó con esa realidad que https://www.spreaker.com/episode/57643807 solo los ancianos percibimos. Son muchas las personas, las cosas y las costumbres con quienes hicimos nuestra vida
El pasado puente festivo del 11 de noviembre me hizo sentir más viejo y añoso de lo que físicamente estoy.
Audio: https://www.spreaker.com/episode/57643807
Tal vez se me arrugó el sentimiento y me confrontó con esa realidad que https://www.spreaker.com/episode/57643807 solo los ancianos percibimos. Son muchas las personas, las cosas y las costumbres con quienes hicimos nuestra vida que ya no existen.
Cuántos seres queridos, y aún los no queridos, que nos acompañaron a vivir ya están muertos. Cuántos carros, cuántos muebles, cuántos perros y gatos que nos hicieron compañía en la vida diaria, son apenas un recuerdo vago. Cuantas cosas hemos dejado de hacer, pese a haberlas repetido tantas veces y por tantos años.
Algunas porque pasaron de moda. Otras porque la modernidad las atropelló y quedaron a la vera del camino. Pero hay algunas costumbres que no se podrán olvidar, pese a lo inútiles o ridículas que aparecerían hoy en día frente al trastocamiento de valores y creencias que hemos soportado en estos últimos 80 años.
Y este 11 de noviembre añoré lo que para varias generaciones de colombianos resultó ser, año tras año, el reinado nacional de belleza de Cartagena. El país entero vibraba aplaudiendo, vaticinando o comparando las reinas que cada departamento enviaba al concurso que organizaba Doña Tera y después su hijo Raymundo.
Era un certamen de todos y para todos, así terminara siendo algo tan fútil, pero al mismo tiempo tan sensiblero. Como alcalde y como gobernador, me tocó hacer parte de la comitiva de más de una reina de mi tierra que acompañaba a la candidata en el jolgorio.
Aprendimos tanto de esas experiencias y oímos e imaginamos tanto del evento que cuando saqué mi novela COMANDANTE PARAISO creí que más de uno de los capos de la droga que se metieron a patrocinar reinas en Cartagena, se iba a sentir retratado.
Pero todo eso acabó y en ningún medio, en ningún trino, en parte alguna, hubo este año ni un réquiem por lo que tanto significaba ese evento. Es la vida.
Gustavo Álvarez Gardeazábal
El Porce, noviembre 15 del 2023
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