Audio: https://www.youtube.com/watch?v=RW27DH7kdJc No fue, sino que el nuevo ministro del Interior saliera a decir que aspiraba a conseguir la convocatoria de una Constituyente cumpliendo todas las normas previstas para tales esperpentos y, por generación espontánea, surgieron miles, millones de defensores de la Constitución del 91. En pocas horas ese tsunami de apoyos a la Carta vigente
Audio: https://www.youtube.com/watch?v=RW27DH7kdJc
No fue, sino que el nuevo ministro del Interior saliera a decir que aspiraba a conseguir la convocatoria de una Constituyente cumpliendo todas las normas previstas para tales esperpentos y, por generación espontánea, surgieron miles, millones de defensores de la Constitución del 91.
En pocas horas ese tsunami de apoyos a la Carta vigente convirtió el texto que bien pocos han leído, en un verdadero totem nacional y olvidándose de la imperfección de esa Constitución, casi que han dado la orden de defenderla a lo que cueste.
La lectura es muy simple. El país se aglutinó contra la expropiación que el presidente Petro quiere hacer de la Constitución. No se ha necesitado de la conformación de Juntas Patrióticas en todos los departamentos para constituir los ejércitos de templarios defensores del Totem.
El imaginario popular se ha autoalimentado sin liderazgos, y para ello no necesitó sino la certeza que tiene hasta el más humilde compatriota de que a Petro hay que atajarlo en su labor de destrucción de la patria.
Probablemente casi ninguno de los defensores del nuevo totem colombiano se ha puesto en el trabajo de explicarse que la Constitución del 91 fue la que nos abrió la puerta para que este país dejara de ser una democracia representativa y se volcara a ir siendo un estado contractual, donde ya no mandan los políticos sino los contratistas.
No importa. Petro quiere acabar con la Carta del 91 y dizque hay que impedirle el daño que quiere hacer. Menos importa que la Constitución del 91 no haya podido ejecutarse porque fue redactada sin medir los enormes costos que implicaba y sigue implicando ponerla en total funcionamiento.
Es esa carta de navegación el totem de este país y antes de que Petro lo destruya y nos desnude con sus ímpetus leninistas, dizque hay que pararlo. Por supuesto todo esto conlleva a pensar que Petro y su gobierno se desmoronan como Maduro en Venezuela. El tsunami puede crecer mayúsculamente en su contra y el mismo Petro lo provocaría.
Gustavo Álvarez Gardeazábal
El Porce, julio 9 del 2024
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