“La navidad no es una fecha, es un estado de la mente” Mary Ellen Chase. Por: Nelsfomo Llegó la Época de paz, amor, solidaridad, de festejar en familia, una invitación a la reconciliación con nosotros mismos y con quienes nos rodean, de compartir y reunir todos nuestros seres queridos al ritmo de las luces parpadeantes
“La navidad no es una fecha, es un estado de la mente” Mary Ellen Chase.
Por: Nelsfomo
Llegó la Época de paz, amor, solidaridad, de festejar en familia, una invitación a la reconciliación con nosotros mismos y con quienes nos rodean, de compartir y reunir todos nuestros seres queridos al ritmo de las luces parpadeantes de colores y el arbolito de navidad que nos recuerda el nacimiento de la persona más querida e importante en las creencias religiosas del cristianismo, Jesús o popularmente conocido como el niño Dios, recordándonos así que Dios se hizo hombre.
Es la única deidad que sus cumpleaños es celebrado por millones de creyentes y no creyentes alrededor del mundo y también el único que no se sabe a ciencia cierta su fecha de nacimiento. Al regresarnos un poco en la historia, y si miramos las costumbres antiguas, puede parecer muy raro celebrar el nacimiento ya que, en los primeros siglos de la iglesia cristiana, se solía celebrar la muerte de las personas que eran importantes y no sus nacimientos.
La palabra Navidad procede el latín nativĭtas que significa “nacimiento”, se utiliza para referirse al nacimiento de Jesús (La Nochebuena). En el Imperio Romano, las celebraciones de Saturno, llegaban a su máximo apogeo el 25 de diciembre. La iglesia tenía la necesidad de sustituir las fiestas de las Saturnales (fiestas paganas que celebraban los romanos en honor a Saturno, el dios del sol, el fuego, relacionado con la agricultura y la cosecha. Se hacía un sacrificio de un niño recién nacido en el templo, y un banquete público seguido de intercambio de regalos y continuos festejos, transcurrían entre el 17 y 25 de diciembre), que coincidía con el solsticio de invierno (el sol está más bajo en el cielo y, así, los días se hacían más largos, simbolizando el crecimiento).
La manera más fácil que encontraron para que los Romanos se convirtieran al cristianismo sin abandonar sus festividades fue declarando para estas mismas fechas el nacimiento de Jesús. Fue así como el 25 de diciembre, la Navidad fue establecida como día de culto por la iglesia católica en el año 350 gracias al papa Julio, finalmente en el año 354 el Papa Liberio decreta este día como el nacimiento de Jesús de Nazaret. Sin embargo, en la Biblia no es mencionado el día exacto de su nacimiento. Es por esta razón que en principio esta fecha no era para nada cristiana, siendo el origen de la Navidad pagano.
Otro símbolo importante en esta festividad es el Árbol de Navidad. Muchos se esfuerzan por adornarlos de la mejor manera y quizás la gran mayoría desconoce su verdadero significado. Este árbol hace referencia al árbol del Paraíso, al pecado original y a Jesús como redentor de los pecados, pero también la hoja inmortal es un símbolo de la vida eterna. A esta simbología se le suman otros objetos de gran importancia como lo son: La estrella, símbolo de guía, haciendo referencia a la estrella de Belén. Las bolas, originariamente manzanas, en referencia a las tentaciones. Guirnaldas y espumillones (cinta brillante y de colores, o escarcha), es el símbolo de la unidad y la alegría. Luces, originalmente velas, simbolizando la luz de Jesús que ilumina el mundo.
Pero lo curioso de todo esto, es que esta celebración ni siquiera es aceptada en la biblia, pues en Mateo 15:9 dice lo siguiente, “Pues en vano me honran, enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres”. La navidad no es un mandamiento de Dios, es una tradición de los hombres. Cuando la religión cristiana se impuso en todo el imperio Romano, el Rey Justiniano declaró la Navidad como fiestas cívicas, aunque poco duró esta compostura, pues en la edad media las fiestas navideñas se convirtieron en días para beber y estar de juerga de la mañana a la noche. Actualmente, la Navidad se celebra en muchos lugares y de formas muy distintas. Con el pasar de los años se le van anexando a estas festividades objetos y personajes muy relevantes como el infaltable pesebre.
La representación del pesebre se remonta a más de ocho siglos de historia, todo comenzó en Greccio (Italia), en 1.223 San Francisco de Asís Santo de la humildad y la pobreza, estaba bastante débil y enfermo, creyendo que esta sería su última navidad decidió celebrarla de una manera muy distinta y especial. Solicitó la autorización del Papa Honorio III, para recrear el misterio del nacimiento de Jesús. Ayudado por Juan de Greccio, inicio los preparativos del Belén 15 días antes del 25 de diciembre, escogieron una cueva que se asemejaba al lugar donde Jesús había nacido, lugar que él había conocido en 1.222 en su viaje a tierra santa.
Colocaron un paño blanco, llenaron de heno y llevaron un asno, un buey y otros animales, María, José y el niño eran personas de verdad, logrando así un gran impacto positivo en sus espectadores, quienes nunca creyeron vivir para ver algo que era imposible, presenciar el nacimiento del Jesús de Nazaret. Tres años más tarde, Francisco de Asís murió, dejándonos esta hermosa tradición de hacer el pesebre todos los años. En la edad media y en el renacimiento se le agregaron al pesebre las figuras de los pastores y los tres reyes magos, quienes trajeron al niño ofrendas de oro, incienso y mirra (sustancia resinosa que se extrae de un árbol, muy valorada en la antigüedad, era uno de los componentes para la elaboración de perfumes, incienso, ungüentos, medicinas y servía para diluir la tinta en los papiros, también era usada para embalsamar los muertos).
La encargada de difundir la tradición de representar el nacimiento fue Santa Clara de Asís. Y al parecer, el origen de la Novena de Navidad se lo debemos a Margarita del Santísimo Sacramento, una monja carmelita de origen francés, muy devota del Divino Niño. Acostumbraba hacer una oración especial los 25 de cada mes, con el paso del tiempo se le fue incluyendo una novena que se acostumbró a rezar del 16 al 24 de diciembre. En el continente americano la devoción navideña se incrementó por obra de fray Fernando de Jesús Larrea, un franciscano nacido en Quito en 1.700. Con el pasar del tiempo se fue tornando en la Novena de Aguinaldos que ha sido objeto de varios retoques para adaptarla a los tiempos y las circunstancias de los fieles, pero eso sí, siempre manteniendo la tradición de orar en torno al pesebre y en compañía de familiares y amigos.
La lista de personajes que se han sumado a este festejo continúa, fue así como surgió Papá Noel, Santa Claus o San Nicolás. La historia está inspirada en un obispo cristiano griego llamado Nicolás de Bari que vivió en Turquía en el siglo IV en el seno de una familia millonaria. Bari quedó huérfano a muy temprana edad y a sus 19 años decidió dar todas sus riquezas a los más necesitados, luego se dedicó al sacerdocio. Fue una persona tan querida por su don de gente que fue convertido en Santo patrón de Grecia, Turquía y Rusia. Muchos años después su figura fue adoptada por la cultura moderna para convertirla en el hacedor de los milagros de la navidad, que recorre todas las “chimeneas” del mundo repartiendo regalos para toda la familia.
Así que el verdadero origen de la Navidad no fue como la conocemos hoy en día, no fue sino hasta el siglo XIX cuando esta fecha empezó a afianzarse con el carácter que la celebramos en la actualidad. Esta fiesta ha ido mezclando su carácter religioso con la tradición de convivencia familiar, popularizando la costumbre de intercambios de regalos, tarjetas navideñas cargadas de mensajes positivos y buenos deseos. Esta celebración ha sido impulsada debido a la mercadotecnia (en especial la norteamericana) que aprovechó para expandirla por el mundo dándole un carácter distinto al religioso, y con temas que poco o nada tienen que ver con la tradicional celebración navideña.
Esta fecha es esperada y celebrada también por los comerciantes quienes son los que más ganan, usando técnicas de marketing para motivar a compradores a realizar regalos, decoraciones, degustar de una extensa gastronomía para satisfacer las necesidades del fin de año alrededor del mundo, otros realizan avisos publicitarios con espíritu navideño, mientras que los demás ofrecen préstamos para adquirir artículos electrodomésticos a gusto de la familia. La idea es que nadie se quede por fuera y que todos compren en mayor o menor medida, pero que compren. A pesar de la compleja situación por la que atraviesa el mundo debido a la pandemia, esta celebración será diferente, pero eso no le impide que esté llena de optimismo, esperanza y valores como la generosidad y la paz. Pero, sobre todo, de la felicidad de los niños que está llena de momentos de magia y fantasía como el abrir un regalo. Acto heredado de los reyes magos quienes nos enseñaron que ese es verdadero origen de la navidad, darles regalos a los niños.
La navidad también hace presencia en las artes, la televisión y el cine. Allí se encuentran todo tipo de representaciones desde la pintura, Navidad del Greco hasta los canales de televisión nacionales que hacen su propia programación para llevarle magia y entretenimiento a las familias, como la ya tradicional Fiesta de Los Hogares Colombianos. La música también nos ha dejado una especial huella en los corazones con sus ya infaltables canciones como Noche de Paz, villancicos o en nuestro caso El Año viejo de Tony Camargo que con el tiempo se han convertido en el himno de la navidad. Diversos cantantes y grupos han creado sus propias canciones o álbumes completos como los 50 de Joselito, Pastor López entre otros, que no han dejado un bafle en el territorio nacional donde no se escuchen, haciendo ya parte fundamental de nuestra tradición navideña.
En cuanto al cine existe un sinnúmero de películas con diversas temáticas, es decir algunas relacionadas con el nacimiento de Jesús y otras que se desenvuelven en época navideña. En este caso vamos hablar de la película del 2017, LA ESTRELLA DE BELÈN (THE STAR), es una hermosa película estadounidense de animación digital, del género comedia y aventuras, dirigida por Timothy Reckart, es un animador y director de cine estadounidense especializado en la técnica de stop motion, actualmente se desempeña como animador en varias categorías.
La cinta relata el nacimiento de Jesús, pero lo mágico de todo es que el personaje central es un burrito valiente y de gran corazón, acompañado por una oveja simpática y una paloma aventurera, quienes se convierten en nuestros héroes de la historia al proteger a Jesús y a sus padres mientras siguen una estrella. Todo comienza cuando un ángel visita a María diciéndole que ella dará a luz al mesías. Un animal escucha la conversación y les cuenta a los otros animales mientras que una estrella empieza a brillar intensamente en la noche. Algunos meses después un joven burro está cansado de moler trigo y desea unirse a la caravana ambulante para sentirse importante, su mayor sueño, cargar a un rey.
Su padre, un burro viejo y cansado lo ayuda a escapar y en su travesía se lesiona un tobillo y es así como termina en la casa de María y José, donde la futura madre lo terminará adoptando. Después de varios intentos del burro por escapar acaba ayudando a la pareja al darse cuenta que corren peligro ya que unos soldados y sus dos perros tienen orden de matar al “nuevo rey” que María tiene en su vientre. Allí es cuando empieza la verdadera travesía de la pareja y la unión de los animales encabezados por el burro en su heroica campaña para proteger la vida de Jesús.
Esta cinta cuenta con las voces de Steven Yeun (actor surcoreano conocido como Glenn Rhee en la serie The Walking Dead) como el burro, Keegan Michael Key (actor, comediante, guionista y productor estadounidense) como la paloma, Gina Rodríguez (actriz estadounidense, ganadora de un Globo de Oro a la mejor actriz por la serie Jane the Virgin) como María, Zachary Levi (actor y cantante americano, le dio voz a Eugene en la película Enredados) como José, y la música está a cargo de Mariah Carey. La cinta es sencilla y sin grandes pretensiones, busca entretener a través de sus simpáticos personajes y lo logran en buena medida.
Esta película es una excelente opción familiar para estas festividades y una muy buena manera para recordar el verdadero sentido de la navidad. Así que, déjese contagiar por la aventura que protagonizan estos animalitos y que los divertirán con esta aventura. Reviva está milenaria historia desde la perspectiva de los que no tienen voz pero que siempre han estado acompañándonos a lo largo y ancho del mundo, los animales. No deje de ver esta cómica aventura en Netflix, otra opción muy buena para verla es ingresar al link que está al finalizar el artículo, solo debe tener acceso a internet y listo.
Para el poseedor de todas las riquezas no hay ofrenda o regalo que le signifique tanto como nuestro buen comportamiento, no por miedo a un castigo, sino por el hecho de sentirnos en paz con nosotros mismos y con la humanidad, así que no se haga mala vibra por lo que hagan o dejen de hacer los demás, lo importante es su tranquilidad. Viva esta vida en armonía y disfrute de cada instante, porque lo único que cuenta es el ahora. ¡FELIZ NAVIDAD PARA TODOS! Y recuerde, Comparta cultura; comparta una película.
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