Por: Leydi Fonseca.

La diabetes es una enfermedad crónica que resulta de la alteración en el metabolismo de los carbohidratos (azucares). Muy conocida, pero poco evitada. Hay dos tipos de diabetes, tipo 1 y tipo 2. La primera asociada a factores auto inmunitarios, y la tipo 2 asociada a inadecuados estilos de vida saludable (es la más frecuente).

Esta enfermedad puede evitarse si se tiene hábitos saludables como: consumo diario de frutas y verduras, realizar actividad física por lo menos 30 minutos al día (los quehaceres diarios como llevar los niños al colegio, ir a pagar los recibos, no cuenta como actividad física), hidratarse durante el día y mantener un peso ideal. Es importante recordar que con estas medidas es posible evitarla o por lo menos postergar el tiempo de aparición, pero que una vez es diagnosticada no tiene cura.

Los síntomas característicos son la sensación de sed, aumento en la excreción de orina y hambre constante, entre otros. El efecto de la diabetes no controlada es la hiperglucemia (aumento del azúcar en la sangre), que con el tiempo daña gravemente muchos órganos y sistemas, especialmente los nervios y los vasos sanguíneos. Es por este motivo, que curar una simple herida en un diabético es más complejo. Dentro de sus complicaciones se encuentra:

• Primera causa de enfermedad renal crónica
• Aumenta 3 veces el riesgo de infarto cardíaco
• Retinopatía diabética (que puede generar ceguera)

Las personas que tienen un familiar de primer grado con diabetes, tienen mayor riesgo de presentarla, por eso el cuidado en los estilos de vida y los controles periódicos es la mejor manera de evitarla. Si ya es un paciente diagnosticado sea más estricto en su alimentación y actividad física, tome sus medicamentos juicioso y asista a sus controles periódicos sin falta, esto le permitirá evitar las complicaciones.