Audio 2: https://www.youtube.com/watch?v=hmvugDClwAQ Si algo está haciendo esta pandemia en el mundo entero es ahondar la brecha entre países ricos y pobres, entre gobernantes hábiles y lerdos, entre avispados y vivos bobos. El silencio de todos, acolitado por los dueños del nuevo orden mundial y enmarcado por la OMS y su títere director frente a
Audio 2: https://www.youtube.com/watch?v=hmvugDClwAQ
Si algo está haciendo esta pandemia en el mundo entero es ahondar la brecha entre países ricos y pobres, entre gobernantes hábiles y lerdos, entre avispados y vivos bobos. El silencio de todos, acolitado por los dueños del nuevo orden mundial y enmarcado por la OMS y su títere director frente a la falta de un medicamento que combata inmediatamente los efectos de la peste, ha sido determinante.
Pero sobre todo el aupar incesante de gobiernos, medios y gremios para que se fabrique la vacuna y no para que se encuentre el fármaco que salve vidas inmediatamente y descongestione camas en las UCI, ha aumentado la brecha a niveles increíbles. El apoyo que con persecuciones y silencios, con vetos inentendibles a los cocteles a base de ivermectina que médicos y alcaldes osados pregonan bajo cuerda, ha ayudado a que las farmacéuticas puedan ir consiguiendo los ocho mil millones de clientes en el mundo para aplicarles la vacuna, pero que se hayan muerto ya más de 2 millones de personas y otras tantas estén de candidatas para dejar de vivir en este mundo.
Dentro de unos meses todos los gringos y los alemanes, y los franceses y todo los que vivan en países ricos estarán vacunados y el covid se habrá vuelto una enfermedad de los países pobres o mal gobernados. La grieta entonces entre ellos y nosotros será inmensa. Pero lo más grave es que corremos el riesgo de que esa brecha sea más cada vez mayor dentro del país porque al monopolizar la utilización y comercialización de la vacuna por parte del estado, las mafias eternas de allá y de acá, comenzarán a vender el cupo en la lista de opcionados a recibir la tabla de salvación. O, como somos colombianos, trataremos de adquirirla de contrabando, o al menos por debajo de la mesa, y como aquí las palancas y la plata pueden derribar listados o construir otro de favorecidos, solo los que la adquieran por esa vía, o en los sanandresitos, como lo dije hace un tiempo, o los que puedan ir a Miami o a Europa para que los vacunen obligatoriamente a la entrada y tengan con que pagar los 14 días de hotel de cuarentena que han montado en las cercanías de los aeropuertos, quedarán vacunados. Es decir, aquí tendremos una grieta más honda que nos aumentará la desigualdad y la envidia, el odio y la venganza y puede evolucionar peligrosamente para cualquier lado.
Gustavo Álvarez Gardeazábal
El Porce febrero 25 2021
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