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Hoy, 20 de julio del 2021, el país debería celebrar un aniversario más de su independencia. Como están las cosas los desfiles patrios y la gran parada militar en las principales ciudades del país donde hay batallones de las distintas fuerzas militares, no se podrán realizar por segundo año consecutivo.

Hace un año se suspendieron porque, aunque el azote del covid no estaba peor que por estos días, se tenía la certeza que   la salud del conglomerado estaba por encima de la economía nacional. Hoy completamos casi un mes con más de 500 muertos diarios por covid, pero como siempre alcanzamos a ser ya 10 millones los vacunados, el pánico a la peste ha cedido ante la reapertura económica decretada por el gobierno la que ha sido aplaudida por los millones de colombianos que habían ido viendo al país desmoronarse.

Hoy, sin embargo, hay otro pánico de pronto más fuerte. Los colombianos estamos sintiendo que ya no hay respeto por la autoridad, que no hay gobierno que haga respetar las normas que nos regían y que millones de hambrientos y desesperados jovencitos han eslabonado sus gritos para pedir cambios urgentes, más opciones de trabajo y un nivel menos clasista de la educación.

El grito fue tan unánime como dañino nos resultó el paro de 45 días al combinar el arma de los bloqueos con la flojera del presidente, y de todos los gobernadores y alcaldes para coger el toro del problema social por los cachos. Las medidas adoptadas por el gobierno de Duque para calmar esos gritos son tan inocuas como inoportunas.

Hoy no hay respeto por la autoridad porque todos los colombianos terminamos por aceptar que tanto los civiles como los uniformados cayeron en la nata pegajosa de la corrupción. Hoy no hay obediencia a las leyes pues conque solo 10 encapuchados tiren una cinta plástica amarilla en una avenida o una carretera, bloquean la movilidad y exigen un peaje.

Hoy estamos como estamos porque todos queremos cambios, pero nadie los propicia. Todos aspiramos a que se cierre la brecha social, pero ni los que se tapan la cara para bloquear ni los políticos que se embadurnan de contratos ni los empresarios que se dicen dueños del gobierno, son capaces de propiciar el surgimiento de un liderazgo que nos diga la verdad, le tape la boca al gobierno mentiroso y nos haga entender la realidad a los unos y a los otros. Por eso hoy, 20 de julio, ya no podemos ni celebrar la independencia nacional.

Gustavo Álvarez Gardeazábal

El Porce, julio 20 2021