La Contraloría Departamental presentó su informe de gestión correspondiente a la vigencia 2025, con resultados que consolidan su papel en la defensa del patrimonio público y la transparencia institucional.
Entre los logros más relevantes se encuentra el cumplimiento del 85% del plan estratégico institucional y un desempeño del 100% en los indicadores trazados, lo que refleja una gestión sólida y orientada al control social. Además, la entidad renovó su certificación ISO 9001:2015 tras una auditoría de Icontec que no encontró no conformidades.
En el ámbito nacional, la Contraloría alcanzó un índice de desempeño integral de 85,7 puntos, según la Auditoría General de la República, mejorando frente al 76,1 obtenido en 2023. Este avance la posiciona entre las entidades con mayor evolución en el país.
La participación ciudadana también fue protagonista: se realizaron 18 actividades de fortalecimiento del control social, superando las 10 previstas, y se tramitaron 312 derechos de petición, con un nivel de satisfacción del servicio del 95%, calificado como excelente.
En materia fiscal, la gestión permitió trasladar hallazgos por $2.707 millones a la Dirección de Responsabilidad Fiscal y recuperar $53,6 millones mediante procesos ordinarios y verbales. A esto se suman beneficios cuantitativos por $2.272 millones derivados de auditorías, evitando pérdidas y garantizando la correcta ejecución de obras y contratos.
El informe también advierte retos: aunque la Gobernación reportó superávit fiscal, persisten pasivos exigibles por más de $35.242 millones, y entidades como Enerca y el Hospital Regional de la Orinoquía presentan déficit presupuestal creciente. En materia ambiental, solo seis municipios cumplieron con la inversión mínima del 1% de los ICLD, mientras la mayoría de las PTAR del departamento requieren modernización urgente.
Finalmente, la Contraloría cerró el año con 77% de ejecución presupuestal, 36 contratos suscritos por $1.334 millones y una planta de personal de 37 funcionarios, reafirmando su compromiso con la eficiencia pese a las limitaciones de recursos.
“Este balance demuestra que el control fiscal no solo recupera recursos, sino que previene pérdidas y fortalece la confianza ciudadana”, concluyó la entidad en su rendición de cuentas.