Siguen pensando en que como antiguos dueños de la tierra continúan ejerciendo el derecho de pasar las carreteras por donde ellos digan. Audio: https://youtu.be/WuZDcz_6qtg Desde hace rato los burgueses feudales vallecaucanos andan pataleando para que, a toda costa, y contra toda lógica, les construyan una carretera que les garantice no seguir usando la vieja vía
Siguen pensando en que como antiguos dueños de la tierra continúan ejerciendo el derecho de pasar las carreteras por donde ellos digan.
Audio: https://youtu.be/WuZDcz_6qtg
Desde hace rato los burgueses feudales vallecaucanos andan pataleando para que, a toda costa, y contra toda lógica, les construyan una carretera que les garantice no seguir usando la vieja vía de una sola calzada que lleva de Cali a Buenaventura desde hace 100 años.
Por alguna razón que deberían profundizar los aguerridos estudiantes de Historia de la Universidad del Valle, entre la clase dominante de esa región del país se anidan desde hace varios siglos ideas y soluciones ausentes de cualquier grado de imaginación.
Si para ir del interior del país a Buenaventura se usa la doble calzada que sale de Buga y si resulta mucho mejor construir una segunda calzada y volver autopista la hoy estrecha carretera de 35 kilómetros que une a Cali con la mencionada vía de Buga al puerto, usando el terreno llano que bordea el rio Cauca, no se entiende para que aspiran a estas horas de la vida hacer un carreteable estrecho, de una sola vía, loma arriba, atravesando la cordillera occidental, por donde los camiones no podrán circular a más de 30 kilómetros por hora.
Los constructores que se ganaron la licitación de ese absurdo hace 8 años, se dieron cuenta rápidamente que la tal vía ni es negocio ni es razonable y han solicitado la cancelación del contrato. Los feudales no entienden. Para ellos son válidos solo los caprichos, no la razón y muchos menos la demostración en cifras y estudios de la realidad.
Siguen pensando en que como antiguos dueños de la tierra continúan ejerciendo el derecho de pasar las carreteras por donde ellos digan y no por donde los adelantos modernos lo aconsejen y la racionalidad de los negocios terminarían obligando. Lástima por mi región, con esos caprichos no hay futuro.
Gustavo Álvarez Gardeazábal
El Porce, noviembre 26 del 2024
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