Antonio Sena quien pilotaba una avioneta tipo Cessna sufrió un accidente aéreo cuando cubría la ruta entre Alenquer y la mina ilegal California, en el estado de Pará en Brasil, uno de los lugares donde se realiza gran explotación minera de manera ilegal.

Antes de estrellarse, logró maniobrar el monomotor desde unos 1.000 metros de altura hasta un valle donde finalmente cayó a tierra, en el espesor de la selva amazónica donde estuvo expuesto a predadores como el jaguar, el cocodrilo o la anaconda.

Durante los primeros cinco días, oyó a los equipos de rescate aéreo buscándolo, pero sin avistarlo debido a la vegetación, usando el GPS de su celular determinó su ubicación y planeó una ruta hacia el este, siguiendo la posición del sol. En esa dirección, el mapa había marcado dos pistas de aterrizaje, que sugerían la presencia humana.

Durante los 38 días que duró extraviado, perdió 25 kilos de peso, finalmente fue auxiliado por un grupo de recolectores de castañas de Pará, quienes lo ayudaron a salir de esta odisea.