Ese panorama desolador se hizo menos gravoso, con la modificación constitucional y legal de las regalías. Por: Juan Carlos Niño Niño Lo confieso: nunca he entendido la función del Presupuesto Bienal de Regalías. Si la distribución de estos recursos está tan claramente definida en la Constitución y la Ley -con reformas que atentaron contra las
Ese panorama desolador se hizo menos gravoso, con la modificación constitucional y legal de las regalías.
Por: Juan Carlos Niño Niño
Lo confieso: nunca he entendido la función del Presupuesto Bienal de Regalías.
Si la distribución de estos recursos está tan claramente definida en la Constitución y la Ley -con reformas que atentaron contra las entidades territoriales productoras- está por demás fijarlo en una disposición legal, que más parece una medida preventiva del Poder Central -desde hace quince años- para no perder el control de esos recursos, que de hecho le pertenecen a la instancia territorial.
Esta figura implica senda discusiones en Comisiones Económicas y Plenarias de Cámara y Senado, en donde paradójicamente es poco o nada lo que pueden hacer los legisladores de las entidades productoras, porque en últimas el proyecto de ley es prácticamente inmodificable, se mantiene casi intacto al inicialmente radicado por el Gobierno Nacional –en la Plenaria de Senado se dejaron todas las proposiciones como constancia- sin dejar de mencionar que su contenido es superfluo, en ningún momento contempla planes, programas y proyectos, sino que se reduce a criterios de distribución y a los respectivos montos presupuestales asignados.
El mencionado Presupuesto estaría dentro del conjunto de medidas para “centralizar” las regalías, al lado de los conocidos y lamentables OCAD, en donde cualquier delegado del Gobierno Nacional tenía voto y voto en la inversión de las regalías, incluso asumiendo un rol más decisivo que los mismos alcaldes y gobernadores, lo que se convirtió en una escena bastante “humillante” para nuestros líderes locales, y sin duda a la comunidad territorial como un todo.
Ese panorama desolador se hizo menos gravoso, con la modificación constitucional y legal de las regalías, que se adelantó con un proyecto de acto legislativa del entonces Representante Cesar Ortiz Zorro -al que posteriormente se le acumuló otro del Gobierno de Duque- en donde participaron activamente congresistas como Jaime Rodríguez, Jairo Cristancho y José Vicente Carreño, siendo este último autor de una proposición previa para que se eliminara el OCAD para las regalías directas de los Departamentos y municipios productores, que incidió además para que casi la mitad de los recursos regionales no se sometieran al trámite de este órgano colegiado, pero subsistiendo esta controvertida y dudosa figura del Presupuesto.
El Presupuesto Bienal del Regalías 2025-2026 -que fue aprobado la semana pasada por Plenarias de Cámara y Senado, y pasa ahora a sanción presidencial- asciende a un monto total de 26 billones de pesos: 766 mil millones de pesos para administración del Sistema, más el Sistema de Seguimiento, Evaluación y Control, siendo estos dos ítem bastante cuestionados por su eficiencia y eficacia –entre esos el seguimiento y control a la exploración y explotación de yacimientos- como también un presupuesto de inversión de 23 billones de pesos para inversión; un billón de pesos para ahorro del Sistema, que casi siempre es desembolsado a posteriori en una ley de última hora, y con el fin de solucionar “como sea” un faltante o contingencia fiscal de los municipios o departamentos.
Coletilla: Este martes en la Plenaria del Senado, se discute un proyecto de ley sobre el acceso a baños públicos para personas en situación en discapacidad –restándole también el trámite en Cámara- en donde los establecimientos que se nieguen a prestar el servicio, serán multados por las autoridades competentes, para lo que el autor y ponente JP Hernández, acogió una proposición del Senador José Vicente Carreño, para que a las personas afectadas se les entregue –en el menor tiempo posible- las herramientas físicos y virtuales para presentar su respectiva queja.
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