Por: NelsFomo El animal que es considerado un manjar en Asia. Hasta hace unos días no tenía ni idea sobre que era el Pangolín, pero poco a poco se fue adentrando ese nombre hasta que investigué y descubrí que es un pequeño animal mamífero que se parece a un oso hormiguero o armadillo en el
Por: NelsFomo
El animal que es considerado un manjar en Asia.
Hasta hace unos días no tenía ni idea sobre que era el Pangolín, pero poco a poco se fue adentrando ese nombre hasta que investigué y descubrí que es un pequeño animal mamífero que se parece a un oso hormiguero o armadillo en el exterior, en realidad está más relacionado con una especie de mamíferos llamados “carnívoros.
Este animal es considerado un manjar dentro de la cultura asiática y sus escamas, huesos y órganos son usados en la medicina tradicional. Estos exóticos animales son en su mayoría solitarios, pasan la mayor parte del día durmiendo en árboles huecos o agujeros subterráneos y por la noche cazan insectos como hormigas y termitas con sus largas y pegajosas lenguas que pueden extenderse hasta 40 cm.
Los pangolines no tienen dientes, y dependen de otras características como sus garras afiladas para cavar a través de montículos de insectos o quitar la corteza de los árboles. Se encuentran una vez al año para aparearse, pero las madres abandonan a sus crías después de unos dos años. Cuando percibe una amenaza cubre la cabeza con sus patas delanteras quedando como una bola dejando ver únicamente su armadura de escamas, es así como se protege. Pero esos mecanismos de defensa no son rival contra los cazadores furtivos.
Cada año se comercializan ilegalmente en Asia y África 100 mil pangolines, una especie codiciada por los traficantes de animales salvajes, al igual que el elefante o rinoceronte. Se cree que más de un millón de pangolines salvajes fueron capturados en los últimos años para abastecer la creciente demanda de su carne, escamas y fetos. Estos inofensivos animales son ahora el mamífero más comercializado ilegalmente del planeta lo que ha amenaza su final.
En 2016, la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Extinción introdujo el pangolín en una lista que prohíbe su comercialización. Según las ONG, pese a esta medida, el tráfico ilegal de esta especie ha seguido aumentando. Tanto así que se descubrió que más de 200 compañías farmacéuticas todavía usan productos de pangolín para aproximadamente 60 medicamentos producidos comercialmente.
A medida que el nuevo virus mortal se propaga por el mundo, los científicos están tratando de determinar cómo los humanos se exponen a él por primera vez. Un grupo de investigadores de la Universidad Agrícola del Sur de China descubrió que las muestras de pacientes con coronavirus eran 96% idénticas a las muestras del virus tomadas de pangolines salvajes. Hasta ahora, se sabe que el virus es zoonotico, lo que significa que pasa de animales a personas. La investigación genética ha confirmado que se originó en los murciélagos, sin embargo, al parecer el pangolín sirvió como intermediario entre los murciélagos y los humanos. Si los murciélagos arrojan heces o saliva sobre los alimentos que consume un pangolín, el animal puede convertirse (en reservorio) portador del coronavirus. Los humanos pueden quedar expuestos al consumir pangolines, lo que permite que el virus se transmita de persona a persona.
China anunció a finales de enero, y con el fin de contener la epidemia, una prohibición temporal del comercio de animales salvajes. Durante un tiempo aún indeterminado estarán prohibidos la cría, el transporte y la venta de todas las especies salvajes. Si bien, la investigación encontró que el pangolín era “el más probable huésped intermedio”, todavía se tiene que establecer un vínculo con los humanos por medio de los mercados de comida, pero, “Si el comercio ilegal de animales fue la raíz de este brote, será realmente difícil de rastrear, ya que es probable que la mayor parte de la evidencia ya se haya, destruido o diseminado en el mercado negro”, aseguró Benjamín Neuman, un virólogo en la Universidad de Texas A&M. “La gente no va a querer hablar, debido a las consecuencias”. Quizás en la propagación del temible virus el pangolín encuentre un medio de escape a su extinción. ¿Será que aprendemos? O seguiremos aplicando aquel viejo refrán que dice: Animal que corre y vuela va para la muela.
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